21 octubre 2010

Psicodelia encima de la mesa

La Fiesta de la Fruta no nos dejó tan satisfechos como pensábamos; habíamos esperado algo más intenso y menos laborioso. Y por si fuera poco, esta semana se puso gruñona nada más comenzar, pues una oleada de trabajos de clase nos asedió sin darnos tiempo a tomarnos un respiro. Qué porquerín… los deberes de clase deben hacerse en clase, NO EN CASA.

Pero yo tuve un flash en la manga: copié textos de páginas tramposas en internet para terminar los trabajos antes y así quedarme libre de tareas para poder explorar la calle. Solo espero que los profes no sean tan perspicaces y averigüen mis cibertretas, por que si no, se armará la Mariolé y mi vida no está ahora para tantas castañuelas.

Hoy por la tarde la pelota solar brillaba mucho y yo salí de mi edificio para sentirme libre under the sun por el parque de Maraguarrada. En un día caluroso y deshidratante como este nunca se me ocurriría beber algo caliente, pero el lugar que vendía líquidos que encontré primero antes de llegar al parque fue el sitio ese… La teteretería.


Se llama Cálido Romance pero nadie sabe porqué. Quizás habría quedado mejor bautizarla como cierra la boca y para de llorar porque en sus entrañas se dice que, hace quince años, una floripondiosa dama de honor fue violada asquerosamente. Me contaron que el violador fue el antiguo dueño de la tetería y que drogó a su víctima con un té malévolo para aprovecharse de ella. Hoy en día sigo sin saber la veracidad de ese espantoso suceso, pero puedo respirar más tranquilis porque el dueño del local es actualmente otra persona.

Yo entré con cuidado en el interior de la tetería, no quería llamar la atención como lo hacen las gentes de bajos barrios y alrededores pues el sitio aparenta tener mucho CACHÉ. Cuando accedí al patio, atisbé una cara conocida que me atrajo hacia ella como por arte de gravedad, sin yo quererlo realmente. Esa cara estaba conversando con otra cara que YO NO conocía en absoluto.


—Discúlpenme, no quiero arruinaros vuestra luna de miele —me excusé con algo de vergüenzah…
—¿Qué dices, joven? Si no has hecho nada malo. Además, no estamos casados —explicó el gracioso caballero de sombrero y gafas.
—Me parece entender, me parece entender.
—Oye, tu cara me suena. Hace un mes me pillaste tomando el té en mi casa.
—Sí, y usted estaba desnudo tentándome con una taza. Qué horror.
—Jajaja, cierto. Siento haberte dado una mala impresión pero es que yo suelo andar como mi madre me trajo al mundo por mi casa. Y… tú miraste indiscretamente por encima del seto de mi jardín. Así que si alguien ha hecho algo malo o depravado has sido tú. Yo simplemente practicaba nudismo en un lugar privado —argumentó el caballero.
—Tiene razón. Por favor, no me haga daño y no quite el dinero mío.
—Qué disparates dices… No voy a hacerte nada de eso. Es más, yo te ofrecí a tomar el té en mi casa pero... vi que no te atrajo mucho la idea.
—Pues no, muff, muff…—negué con cierto retraimiento.
—Bueno, deja que me presente que ya es hora. Soy Odberto de Bohemme —dijo sonriendo.
—Encantadis. Mi nombre es el que le voy a susurrar al oído —anuncié mientras buscaba un orificio auditivo en la extraña cabeza de Odberto.
—Oh, ¿No te gusta decirlo en alto? Pero si es muy bonito —confesó Odberto.
—Ay, la vida es dura.
—En eso estoy de acuerdo. Ahora déjame presentarte a mi acompañante. Se llama Jonapy J. Grito.
—¡Sííííí, ese soy yo! —respondió la persona que estaba abstraída con la lámpara bibombillada que brillaba sobre su cabeza.
—Buenas tardes, my lady —saludé con una pequeña genuflexión.
—¿Lady? Yo no soy una señora —respondió sorprendido.
—Oh, discúlpemela.
—¿Por qué no nos acompañas y te tomas un té con nosotros? Yo te invito.
—No, gracias, Odberto. El té me deja los codos llenos de electricidad estática.
—Qué reacción tan curiosa. Pero al menos siéntate, que las sillas están hechas para usarlas.
—Ok —me senté habilidosamente y luego presté atención a algo que colgaba de un cuello —Oh, Jonapy, eso que llevas ahí ¿no es el medallón que usaba una bruja inglesa para hacer mover sus bragas en el aire?
—¡No, en absoluto! Esto es un pentáculo.
—Maravilloso, ¿puedo tocarlo?
—¡NOOOO! Que si no tengo que ponerlo en remojo hasta la próxima conjunción planetaria de los planetas purificadores —Jonapy adoptó una SUPEREXAGERADA expresión de asombro.
—Ufff, vaya problemón —alejé mi mano de su cosa de no tocar y luego me fijé en otra cosa que colgaba—. Ey, ¿y ese lacito rosita que está atadox a la silla?, ¿qué cuelga de ella, tu dignidad?
—¿Mi dignidad? Oh, jajaja, no, es mi gato Sombra-Miau. Es un minino maravilloso, a pesar de que a veces se volvía muy travieso y me hacía algo de daño. Me lo regalaron cuando se murió mi abeja, mi antigua mascota.


—Es adorabley. Aunque no entiendo porqué está tan aplastadito.

Jonapy se envolvió en un sentimiento melancólico al oír lo que dije y después me explicó lo que le pasó. 

—Está aplastado porque, hace unos días, cuando estábamos jugando al tarot junior en el salón, el microondas y la bañera se le cayeron encima. Fue todo tan rápido… No pude evitar la catástrofe.
—Oh, pobrecito, no se lo merecía.
—Pero, aprovechando que está casi bidimensional, cogí la tinta que guardé del calamar que se me murió hace unos años y teñí a Sombra-Miau de negro. Ahora parece mucho más una sombra. Lo malo es que casi no hace nada, solo parpadea y gruñe.
—Jonapy, siento mucho de veras lo que le ha pasado a tu felino azabache —dijo Odberto.
—No pasa nada… la depresión se esfumó y mi alma de cristal tiene ganas de beber.
—¿Quieres tomarte otro té? ¿Cuál quieres tomar?
—Tengo ganas de… —mencionó Jonapy dubitativo.
—¿Ganas de qué?
—Miiiiiiiiiiiid…
—¿Mid?
—Sí, Mid.
—Ah, M.I.D. son unas siglas que significan Manzanilla Inmensamente Dulce. Es la manzanilla de siempre pero con una buena cantidad de miel muy dulce —explicó Odberto con un aire sabiondodo.
—Oh, no la conocía.

Un camarero gentil apareció, luego desapareció y luego apareció nuevamente con la infusión que había pedido Jonapy. Este se la empezó a tomar a sorbitos de paloma.

—Qué gracioso, me recuerdas a una vaca lechera.
—¡SÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍ, YO ADORO A LAS VACAS, SON SUPERMONAS!
—¡What a escándalo!

Cuando Jonapy se tragó todo el contenido de la taza, Odberto analizó los posos y descubrió algo sospechoso: era un residuo inocuo llamado weissina que no hace daño a nadie, excepto a Jonapy que es alérgico a ella. No hubo que esperar mucho para ver a Jonapy comenzar a delirar.

—¿Qué me ocurre? Esto no es un cuento de hadas y algo va mal…
—Jonapy, la infusión tenía weissina y no nos dimos cuenta.
—Joder, no ¡No puede ser, NOOO!

Jonapy comenzó a experimentar una serie de temblores y escalofríos además de un terrible pánico.

—No quiero que venga ella, ¡No quiero que venga! La muy fea viene siempre en los peores momentos.
—¿Quién es ella, la Señora Hemorragia?
—No, se trata de Hea… ups, quiero decir, de Ti-si, la doble de Jonapy. Se desprendió de su alma cuando Jonapy abandonó su fase afro y ahora ella quiere vengarse por haberla dejado sin cuerpo y transformada en una visión que solo él puede ver.
—¡Ahí está, AHÍ ESTÁ, EN LA MESA DE EN FRENTE! Me está mirando fijamente… —el terror de Jonapy era muy intenso.
—Jonaaaaaaaaaapyyyyyyyyy, vengo a por ti ♪.


Nosotros no podíamos ver a Ti-si, pero Jonapy nos explicó como era su aspecto con exactitud.

—Jonapy, he venido a buscarte.
—¡NO QUIERO IR CONTIGO, VETE, SAL DE MIS PESADILLAS!
—¿Cómo? No me he pegado este viaje desde la Península de Cocos para escuchar tu rechazo. ¡Tú vendrás conmigo quieras o no!
—¡POR FAVOR, DESAPARECE!
—¡NO DESAPARECERÉ! Tú y yo volveremos a ser uno y para conseguirlo tenemos que largarnos de este mundo.
—¡YO NO ME MOVERÉ DE AQUÍ, MONSTRUO!
—¿Cómo que no? Nosotros nos iremos juntos a pasarlo bien al Planeta X. Allí nos espera la Gran Ballena y si nos vamos ahora tardaremos veinte años en llegar, justo cuando el cetáceo comienza su época de celo. Ya verás qué diversión —la imaginaria Ti-si estaba deseosa de juerga horripilante.
—¡POR FAVOR, NOOOO! ¡NO QUIERO IR A ESE PLANETA!
—¡CÁLLATE! Prepárate bien porque OVNI-Laura nos aguarda. Y espero que hayas traído sedantes porque el despegue va a ser MUY DOLOROSO.
—¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHH!!


Jonapy casi se desintegró del doloroso miedoh cuando Ti-si se abalanzó sobre él. La gente de las mesas cercanas contempló estupefacta como el joven gritaba y gritaba SIN PARAR.

Pero no te alteres, la cosa acabó bien. Jonapy se desmayó y a la hora y media se despertó en el hospital. Odberto decirme a mí por teléfono que Jonapy se quedó libre de secuelas y de heridas y que ahora está en su casa viendo pelis para olvidar el trauma. Le costará mucho quitarse a Ti-si de sus pensamientos.

La tetería ha ganado otro capítulo negro en su historia que además le afectará de lleno en su negocio. Si antes la gente no quería entrar para ver a un supuesto violador ahora querrán menos si se vende té tóxico que te hace alucinar (aunque lo de la alucinación de alucine fue cosa de la alergia de Jonapy). Creo que esta tetería acabará cerrando, pero me da igual… YO NO TOMO TÉ.

No hay comentarios:

Publicar un comentario